Hadiz: Los grandes místicos nos revelan tres caminos maravillosos hacia la perfección
Hadiz. Onvan Basri
Dije: «Oh, noble,» y él respondió: «Di: Oh, Abu Abdillah.» Entonces le pregunté: «Oh, Abu Abdillah, ¿cuál es la verdadera esencia de la servidumbre?»
Él respondió: Tres cosas:
1. Que el siervo no considere lo que Dios le ha confiado como propiedad propia, porque los siervos no poseen nada. Ven la riqueza como perteneciente a Dios y la usan según Su mandato.
2. Que el siervo no planifique su vida por sí mismo, sino que confíe su destino a su verdadero Señor.
3. Que su ocupación principal sea cumplir con lo que Dios le ha ordenado y abstenerse de lo que le ha prohibido.
Cuando el siervo deja de ver lo que Dios le ha confiado como propiedad suya, se vuelve generoso en gastar en aquello que Dios ha ordenado. Cuando deja la planificación de su vida en manos de su Señor, las dificultades del mundo se le vuelven ligeras. Cuando se ocupa únicamente de lo que Dios le ha ordenado y prohibido, no pierde el tiempo en discusiones y vanidades con la gente.
Si Dios honra a Su siervo con estas tres cualidades, entonces el mundo, Satanás y la gente dejan de tener control sobre él. No busca la acumulación de riquezas ni el orgullo, no busca poder y elevación ante los demás, y no desperdicia su tiempo en lo inútil.
Este es el primer nivel de los piadosos.
Finalmente, Dios dice en el Sagrado Corán:
Esa es la morada de la otra vida que concedemos a quienes no buscan grandeza en la tierra ni corrupción, y el resultado final es para los piadosos.(Surah Al-Qasas, 28:83)
Este hadiz resalta los principios de humildad, confianza en Dios y rectitud como los fundamentos de la verdadera servidumbre.